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Proyecto para la Prosperidad Centroamericana: Papel de Fondo

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Matthew Rooney

La primera sesión del Proyecto para la Prosperidad Centroamericana (CAPP) del Instituto Bush trae líderes emergentes de El Salvador, Honduras, y Guatemala juntos con líderes con experiencia de Centroamérica a discutir el progreso de esfuerzos a lograr crecimiento económico sostenido en la región. El grupo considerara reformas pendientes, estrategias potenciales para los líderes emergentes, y oportunidades para colaborar con socios clave en la región y en los Estados Unidos, y en sesiones que siguen considerarán como ayudar a ejecutar estas estrategias.

En este papel de base, tomamos una perspectiva sobre la premisa central de crecimiento económico en Centroamérica— reformas para facilitar competición y inversiones en sectores económicos, integración económica regional, y participación en el comercio global. También miramos a las debilidades estructurales, y desarrollos políticos y sociales que están impidiendo estabilidad y crecimiento.


eVALUANDO el Progreso y Reveses

Los países del Triángulo Norte han implementado reformas estructurales importantes y logrado más apertura hacia el comercio global en estas dos décadas pasadas, en parte gracias a la implementación del Tratado de Libre Comercio Estadunidense-Centroamericano (CAFTA). Según el IMF, la región Centroamericana junta, incluyendo a Belize, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, y Panamá, vio un promedio ponderado de crecimiento de PIB real de 3.7 por ciento en 2017. Este índice de crecimiento fue cerca al promedio mundial de 3.8 por ciento, y más rápido que el de los Estados Unidos, la pareja de comercio más grande de la región; que solo creció a un índice de 2.3 por ciento. Sin embargo, el ritmo de crecimiento de Centroamérica desmiente obstáculos estructurales significativos a la prosperidad económica sostenida y inclusiva.

PIB por habitante sigue bajo, medido en valor de dólares a paridad de poder adquisitivo de 2017 a 8,948 en El Salvador, 8,145 en Guatemala, y 5,562 en Honduras; la desigualdad de ingresos entre las poblaciones de los tres países es significante[1]. Finanzas públicas están dispersadas en un esfuerzo a poder ofrecer servicios públicos esenciales y invertir adecuadamente en infraestructura. Reformas adicionales son necesarias para poder promover la diversificación del sector privado a un nivel más alto de producción y servicios de valor añadido, y apoyar la integración de empresas pequeñas a la economía formal. Talento humano debe de ser visto y fortalecido como como una fundación para la prosperidad amplia, y a la misma vez acciones inmediatas son necesarias para abordar el riesgo severo a la seguridad personal básica causado por el crimen organizado prevalente en la región.

Abordando todos estos prerrequisitos para el crecimiento requerirá que el grupo de discussion de CAPP considere la superposición entre las metas de la región para un nivel incrementado de comercio y crecimiento económico; y sus enfoques en los sectores de seguridad, salud, educación, confianza en instituciones públicas, y transparencia de gobierno. Deficitos en cada uno de esas áreas sociales pueden dificultar la habilidad de los países del Triángulo Norte a llegar a su potencial enteró de crecimiento económico.

[1] La fuente de las figuras de PIB por persona es la base de data del IMF, Abril 2018. Figuras de PIB son actualizadas continuamente por agencias nacionales, entonces cifras del IMF pueden ser diferentes de las cifras nacionales si el tiempo de las actualizaciones no fueron sincronizadas.


CRECIMIENTO a través de mercados libres y intergración regional

El Mercado Común Centroamericano (MCCA) fue creado en 1961 como el primer acuerdo comercial regional en Latinoamérica. Adhiriendo a las teorías de industrialización de su tiempo, el acuerdo fue construido para reducir barreras al comercio inter-regional, pero a la misma vez mantener barreras a las importaciones. Obstaculizado por retrocesos macroeconómicos, trastornos políticos, y conflicto social en los 1980s, poco progreso fue logrado para avanzar la unión aduanera. Esfuerzos renovados en los 1990s con un enfoque en un mercado más abierto produjeron una integración más profunda en áreas como promoción de inversiones, protecciones de propiedad intelectual, y armonización de estándares técnicos.  Progreso importante fue logrado hacia harmonizando aranceles y reduciendo barreras internas al comercio; sin contar excepciones en productos claves.

 

 

 El Tratado de Libre Comercio Estadunidense-Centroamericano ( Antes conocido como US-DR-CAFTA, pero de aquí en adelante referido como CAFTA) fue diseñado para avanzar la finalización de una unión aduanera completa y promover reformas regulatorias. La colaboración politica requerida para negociar y implementar CAFTA también fue dirigida hacia la expansión de instituciones financieras regionales con estándares bancarios comunes y supervisión regulatoria. Esto fue parte de una iniciativa que atrajo a bancos internacionales a seguir con el desarrollo de los mercados de capital de la región. Instituciones como la Secretaría para la Integracion Economica de Centroamerica (SEICA), quienes fueron clave en su apoyo de CAFTA, continúan jugando un papel convocando coordinación de políticas fiscales y económicas al nivel ministerial. Los países del Triángulo Norte se han comprometido a facilitar la movilidad de sus obreros para incrementar el uso eficiente de recursos humanos, y potencialmente reducir la emigración fuera de la región.

Los resultados inciales, y limitaciones, de cafta

CAFTA eliminó aranceles y promovió reformas regulatorias y legales significantes, incluyendo abriendo sectores que previamente estaban cerrados a inversionistas privados. En los primeros diez años desde la implementación de CAFTA en el 2006, comercio CEntroamericano con los Estados Unidos incrementó por 17 por ciento en términos reales, de $27.9 a $32.7 mil millones anualmente, con efectos indirectos positivos: comercio Centroamericano con el mundo también incrementó por 20 por ciento.

CAFTA ayudó posicionar compañías Centroamericanas para participar más significativamente en cadenas mundiales de valor. Esta participación es una avenida clave para que compañías, particularmente compañías pequeñas, puedan constantemente adquirir experiencia y conocimiento conductivo al crecimiento de productividad. La presencia incrementada de corporaciones multinacionales también similarmente ofrecen oportunidades para que compañías domésticas puedan adoptar tecnologías y prácticas nuevas. Déficits de cuentas corrientes en Centroamérica son financiados por remesas y corrientes de inversiones extranjeras directas. Estos déficits ayudan que la región supere el bajo nivel de formación de capital en general. Según el Plan de la Alianza por Prosperidad en el Triángulo Norte, presentado en Septiembre 2014, inversiones en el Triángulo Norte fueron 18 por ciento del PIB durante la década desde 2004, pero esto es inferior comparado al promedio Latinoamericano de 21 por ciento, y el promedio de 31 por ciento de países de medio y pocos ingresos. Desde la implementación de CAFTA, el valor de las entradas de IED en países participantes en CAFTA han aumentado significativamente, por un promedio de 221 por ciento en términos reales, excepto por El Salvador. El Salvador tiene un nivel de entradas de IED aumentado por 78 por ciento, y esta ganancia es comparativamente peor de pronto por riesgos de seguridad.  Los Estados Unidos y Panamá son los inversores más grandes en El Salvador; y Los Estados Unidos y México son los inversores más grandes en Guatemala y Honduras.

Comercio de mercancías entre los países de CAFTA, que fue valorado a 5.7 mil millones anuales en 2006, ha incrementado por 46 por ciento en términos reales a $8.3 mil millones anuales en 2016. Segun SEICA, exportaciones intra-regionales incrementaron de 26 por ciento a 29.5 por ciento de exportaciones totales de 2006 y 2016, mientras importaciones intra regionales como un porcentaje de importaciones totales mantuvieron relativamente constantes a 14 por ciento. Los países parte de CAFTA no disfrutan el mismo nivel de comercio intraindustrial y cadenas logísticas entrelazadas que caracterizan las relaciones industriales en Norteamérica bajo NAFTA. In parte, esto es causado por barreras a comercio intrarregional transfronterizas y infrastructurales.

Según el Banco Mundial, infraestructura física y un buen nivel de conectividad intermodal son catalizadores importantes para el desarrollo e integración regional más profunda. Cadenas logísticas más eficientes pueden producir una reducción en niveles de pobreza; formando conexiones entre productores rurales y pequeños a mercados cercanos, creando oportunidades de empleo para la manufacturas de bienes comerciados; y además reducen los precios de bienes primarios. En las fronteras, adoptando mejores prácticas; como sistemas de documentación completamente electrónicas y interoperables, armonizaciones de controles de frontera, reconocimiento mutual de certificaciones sanitarias, e implementación de programas operadores económicos autorizados y sistemas de riesgo generarian ganancias de eficiencia— apoyando más crecimiento de PIB. En el año pasado, Guatemala y Honduras han hecho ganancias importantes, reduciendo el tiempo gastado cruzando varios puntos de entrada; poniendo en plazo procedimientos integrados en los cuales transportistas pueden presentar documentos una vez electrónicamente y tener aprobación rápidamente por código QR en la frontera. Este sistema debe de ser expandido y adoptado por toda la región. El anuncio reciente que El Salvador irá a unir a este creciente unión aduanera fue una buena noticia para esta expansión.

También, el precio de comercio extra-regional es más alto de lo que tiene que ser debido a la ineficiencia de puertos Centroamericanos, que también son relativamente pequeños. Por ejemplo, cuesta lo doble para despachar un contenedor de Guatemala a Long Beach, California que costaría para despachar el mismo contenedor de China. Un estudio del banco Mundial  sugiere que integrando infraestructura comercial no sólo impulsará comercio regional— pero también impulsará el valor de exportaciones intra regional. El valor de exportaciones a los Estados Unidos y a la Unión Europea podrían incrementar hasta 53 por ciento.


Barreras al crecimiento sostenido en las economías del triángulo norte 

Falta de diversificación económica

La región es altamente integrada en la economía mundial. Aunque la dependencia sobre exports agriculturales ha sido reducida significativamente, el portafolio de exportaciones de la región todavía está compuesta primariamente de comodidades; incluyendo agricultura, comida, textiles, plasticos y quimicos, y minerales y metales. Agricultura solo mueve el 5.8, 10, y 12.9 por ciento del valor agregado a las economías de El Salvador, Guatemala, y Honduras respectivamente— pero solo 18.8, 29.4, y 28.5 por ciento de trabajadores están empleados en agricultura en cada país.

Aunque precios de comodidades han sido favorables para el comercio Centroamericano, la falta de diversificación significa que la región permanece expuesta a fluctuaciones de precio. Es un tomador de precio para comodidades exportadas como cafe o azucar— y tambien para sus comodidades importadas clave, como hidrocarburos. Los Estados Unidos es el mercado de exportaciones más grande de cada país del Triángulo Norte, por un margin grande; recibiendo el 46 por ciento de las exportaciones de El Salvador, el 34 por ciento de exportaciones de Guatemala, y el 25 por ciento de las exportaciones de Honduras.

Falta de inversión en infraestructura 

Además de abordando la ineficiencias en aduanas que quedan, los Países del Triángulo Norte tienen que expandir la cobertura y mejorar la calidad de todos los aspectos de transportación intermodal; de carreteras, ferrocarriles,  puertos, y aeropuertos, enfocando en proyectos que fortalecen integración regional y incluyendo redes secundarias y terciarias. Actualmente, menos de dos por ciento de PIB es dedicado a infraestructura física. Más acceso a finanzas de capital a largo plazo, además de incentivos para atraer investidura privada son requeridas para ayudar a pagar por mejoras a la infraestructura.

Liberalización en los sectores de energía y telecomunicaciones han atraído inversión privada y reducido el costo de aportes críticos, ayudando a apoyar la competitividad de compañías a través de la economía. Liberalizando y apoyando aún más comercio y investuras en infraestructura inmaterial como sectores de ley, contabilidad, ingeniería y otros servicios fundacionales promoverá comercio en servicios de alto valor en la región y ayudaría a productores que necesitan de esos servicios.

la economía informal persistente y informal

La pobreza en el Triángulo Norte sigue a niveles altos, en parte a causa de una falta de oportunidades de empleo formales. Según el Banco Mundial, el porcentaje de la población al nivel nacional de pobreza son 38.2 en El Salvador, 59.3 por ciento en Guatemala, y 60.9 por ciento en Honduras. Aunque el nivel de desempleo formal es relativamente bajo a 3.6 por ciento en 2016, el nivel de empleo en el sector informal es extremadamente alto en el Triángulo Norte según Indicadores de Desarrollo Mundial: 71 por ciento en El Salvador, 84 por ciento en El Honduras, y 81 por ciento en Guatemala; comparado por ejemplo a Costa Rica– donde niveles de empleo en el sector informal está solo a 31 por ciento. Esta informalidad tiene implicaciones para la base de impuestos para estos países, y para trabajadores individuales que no pueden reinvertir en la educación y salud de sus familias— y no siempre pueden disfrutar de protecciones de labor básicas.

El empleo juvenil es un enfoque crítico para la región. Menos de la mitad de jóvenes de edad 10-24 tienen un diploma de secundaria. En Guatemala, solo el 33 por ciento se gradúan de una escuela secundaria. Mientras el nivel de completación una escuela primaria es alta, países Centroamericanos tienen grados promedios bajos en exámenes estandarizados de literatura y matemáticas. Más de un millón de jóvenes en la región están en riesgo por no ser empleados o estar matriculados en el sistema educativo. La infiltración de pandillas en escuelas, y el miedo a causa de una falta de seguridad personal son factores críticos en el la escalación de la tasa de abandono escolar en El Salvador. El Ministerio de Educación de El Salvador reportó que solo el 42.6 por ciento de estudiantes que estaban en el sexto grado en 2011 todavía estaban matriculados en el 2016. Entre las metas del Plan de la Alianza para la Prosperidad está la creación de centros de empleo en barrios de alto riesgo, y establecer un plan de inversión de educación enfocado en escuelas primarias, secundarias, y vocacionales.

Incrementando el crecimiento de productividad en la región depende sobre la diversificación hacia sectores de servicio que de pronto requieren sets de habilidades particulares; incluyendo la habilidad de innovar y adoptar tecnologías nuevas. Mejoras en la educación pública y desarrollo laboral son claves para posicionar la región para atraer inversionistas y crear más empleo en la economía formal—- para en torno posicionar trabajadores para mejor empleo, para que puedan ganar mas, ahorrar mas, y invertir en la salud y educación de su familia.

base de ingresos insufficiente 

Los ingresos y bases de impuestos de corporaciones en el Triángulo Norte no son suficientes para fundar operaciones gobernantes críticas y dedicar los recursos necesarios para pelear y procesar crimen, armar infraestructura, entregar servicios públicos básicos (como electricidad y agua), y mejorar escuelas públicas para promover más logro educacional. En el 2015, los ingresos totales y ingresos por parte de impuestos sobre negocios como proporción del PIB fueron 3.6, 5.7, y 6.7 por ciento en Guatemala, Honduras, y El Salvador, respectivamente. Estas figuras son comparadas con el promedio de 5.8 por ciento en Latinoamérica[1]. Centroamérica es más dependiente sobre impuestos indirectos (como impuestos de valor agregado) para ingresos, y esto puede ser regresivo en impacto.

Los totales de ingresos de impuestos como proporción del PIB en 2015 son 10.2, 18.1, y 16.9 por ciento en Guatemala, Honduras, y El Salvador respectivamente; y el promedio de Latinoamérica fue 15.8 por ciento. El sector informal grande en la región debilita la base de impuestos y crea un reto para la administración de impuestos en esforzando legislación de impuestos. Pero es importante notar que solo mejorando la coleccion de impuestos sería insuficiente, porque más negocios tendrían que ser animados a mover a la economía formal con tasas más bajas y aseguranzas de reformas regulatorias y legales en favor del mercado. Expandiendo la base de impuestos sería una reta política; los ciudadanos tendrían que ser convencidos que autoridades capazes están adhiriendo a procesos de presupuestación responsables para evitar corrupción. Negocios legítimos ya están bajo presión financiera severa a parte de extorsión persistente de actores ilícitos, como pandillas.

[1] El Centro Interamericano para la Administración de Impuestos IDB-CIAT BAse de Data de Colección de Ingresos. La proporcion de El Salvador ha sido ajustada con cifras de PIB nuevas.

inestabilidad social, riesgos a seguridad personal, y migración

Índices de nivel de estudio bajos, acceso limitado a servicios básicos (como servicios de salud),  y miedo de seguridad personal son causa de la fragilidad social y económica en la región que requieren la atención de líderes emergentes.

En El Salvador, donde el nivel de violencia asociada con pandillas está a niveles más altos, se piense que hay el doble miembros de pandilla que hay miembros en servicio activo en las fuerzas armadas y la Policia Civil Nacional juntos. Esto crea una tensión enorme sobre jóvenes, quienes son particularmente susceptibles a ser reclutados a fuerza. Más de 150.000 homicidios han ocurrido desde 2006, un índice de homicidio que es cinco veces más alto que el índice de ocurrencia considerado como una epidemia por la Organización de Salud Mundial.

Inseguridad personal y económica, con un deseo para reunificación familiar, es la base del fuerte aumento en migración. Según el Alto Comisionado para refugiados de la ONU, 350.000 personas del Triángulo Norte presentaron para estatus de asilo entre el 2011 y 2017. Más de un tercio de esa cifra — 130.500 — aplicaron en el 2017. En este periodo, los Estados Unidos experiencias un incremento de 1.089 por ciento en aplicaciones de asilo de Salvadoreños, Hondureños, y Guatemaltecos.

Altos niveles de migración amenazan investuras futuras en una fuerza laboral calificada. Menos visible fuera de la región es la “emergencia silenciosa” de desplazamiento internal, cuando familias huyen sus comunidades para escapar la violencia. En Honduras, un estudio en 2013 realizado por una comisión interinstitucional estimó que aproximadamente 174.000 Hondureños han sido desplazados internamente a causa de la violencia.

A la misma vez, los Estados Unidos deportó 304.196 individuos a la región del Triángulo Norte entre 2013 y 2015, la mayoría de bajo acusaciones de crimen. El departamento de Seguridad del Interior no ha dado un reporte sobre la diferencia de deportaciones criminales y no criminales. A los tres países les faltan recursos para sistemas de reintegrar deportados, y han expresado inquietudes que pandilleros rápidamente encuentran puntos de apoyo en el narcotráfico y otras actividades ilícitas cuando regresan a la región.

En un esfuerzo para remediar este ciclo de violencia doméstica y migración, los Estados Unidos lanzó la Iniciativa de Seguridad Regional Centroamericana (CARSI) en el 2008 con la meta de fortalecer la capacidad de fuerzas policiacas y judiciales en la región, invirtiendo casi $1.2 mil millones entre el 2008 al 2015. El 56 por ciento de estos fondos fueron allegados al Triángulo Norte. Aunque el programa fue limitado en tamaño, ayudó apoyar algunos programas domésticos, como El Salvador Seguro que ha reducido homicidios a un promedio de 30 por ciento a través de 10 municipalidades de alto riesgo en El Salvador. Con esto, el programa de pronto puedo dar conocimientos que líderes emergentes pueden usar.

inestabilidad política y la falta de capacidad institucional

Líderes emergentes tienen el reto de tener que trabajar a mejorar el profesionalismo y la capacidad de las instituciones de las instituciones de gobernanza de la región. A causa del déficit de confianza del público gracias a casos persistentes y de alto perfil de corrupción; reformas deben atentar instalar a instituciones civiles con independencia, capacidades, processos de decisiones transparentes; y mandatos claros y relevantes para apoyar condiciones competitivas y favorables al mercado. Además de todo esto, las instituciones nuevas deben proveer servicios sociales básicos. Actualmente, cada de los países del Triángulo Norte tienen promedios bajos en el Índice de Libertad Mundial del Heritage Foundation bajo el indicador de “Integridad de Gobierno”; y el indicador de “instituciones” del Foro Mundial Económico en su índice de competitividad mundial. Aun ademas, mientras Freedom House le da el grado de “Libre” a El Salvador en su reporte de Libertad en el Mundo de 2018; Guatemala y Honduras recibieron un grado de “Parcialmente Libre.” Todos los tres países fueron describidos como teniendo problemas serios con corrupción y falta de confianza en instituciones.

La Alianza para la Prosperidad es un simplo de voluntad política, y hay puntos brillantes entre los oficiales, como los fiscales generales y fiscales de la región entre las nuevamente formadas agencias contra-corrupción. Ahi muestran liderazgo limpiando y fortaleciendo sistemas judiciales en cada país. Sus logros con esfuerzos policiacos basados en inteligencia y investigaciones forenses financiales. Esto resulta en acciones legales significantes contra el crimen organizado; y arma confianza entre la ciudadanía y actores legítimos del sector privado. Sin embargo, estas ganancias deben ser protegidas y multiplicadas a través de apoyo continuado. Además del sistema criminal, mejorando las aplicaciones de contratos comerciales y las habilidades de arbitrar en las cortes también son críticas en atrayendo inversiones de alta calidad en la región.

amenazas persistentes de desastres naturales

Centroamérica ha sufrido de más de 50.000 muertes y el desalojo de más de 10 millones de personas a través de toda la región a causa de huracanes, terremotos, inundaciones, y volcanes en años recientes. Además de las pérdidas de vida, y no para hacer menos de ellas; desastres naturales repetidos tienen una cifra económica. ECLAC reporta que la erupción más reciente del Volcán Fuego en Guatemala tuvo un impacto económico de EEUU$ 220 millones. Más significativamente, el efecto cumulativo económico sobre un periodo de tiempo representa entre cinco y veinte por ciento de costos gobernantes según Fitch Ratings. Una accumulacion mayor de reseervas le darian a los gobiernos de la región la oportunidad de prepar, responder, y recuperar de los efectos naturales de desastres.


priorizando reformas de política y inversiones

Mientras que el grupo de discusión de CAPP cooperará para identificar la “próxima generación” de reformas, líderes emergentes deben además considerar como priorizar reformas que van a tener el mayor impacto sobre el crecimiento de la región del Triángulo Norte y la calidad de vida de su ciudadanía. Una vez priorizado, pueden tomar un vistazo más profundo en las políticas, acciones, y colaboraciones necesarias para lograrlas.

El OCDE, en colaboración con el BID, analizó los caminos de desarrollo de paises en Latinoamerica. Los autores encontraron semejanzas y identificaron oportunidades de inversión en política que fueron los más relevantes y efectivos para mejorar la productividad y competitividad para países en niveles diferentes de ingresos.

[2] Inter-American Center for Tax Administrators IDB-CIAT Revenue Collection Data Base. El Salvador´s ratio adjusted with new GDP figures.

 

Enfocando estas áreas de prioridad, países como Bolivia, Perú, Colombia, Costa Rica, la República Dominicana, y Panamá han podido hacer el salto a los grupos de ingresos más altos.

Honduras fue categorizado en “Grupo 1”; pero a pesar de mejoras significantes entre los anos de 200 – 2012, Honduras no hizo el salto a Grupo 2. El Salvador y Guatemala empezaron y se quedaron en Grupo 2. Utilizando esta  estructura de guia, líderes emergentes en los países del Triángulo Norte pueden enfocarse en inversiones en la educación, salud, comercio, integracion de inversiones, y el fortalecimiento del mercado laboral como la fundación para impulsar sus países al próximo nivel.

intereses regionales vs. intereses nacionales

Además de priorizando tipos de reformas, los líderes de la región tendrán que decidir si deben, y cómo inverter juntamente en mejorando la infraestructura regional, armonizando regulaciones, y desarrollando el sistema de financiamiento regional. Deben hacerse preguntas como: Hay criteria para determinar cuáles proyectos deben ser politicamente y socialmente dirigidos a un pais especifico, o cuales serian más impactantes y viables si dirigidos regionalmente? Este tiempo, cuál es el papel correcto para los Estados Unidos en apoyando prioridades regionales, y cómo deberían líderes Centroamericanos envolver el gobierno de los Estados Unidos y otras organizaciones Estadunidenses en una agenda compartida?